Durante el Imperio Romano hubo muchas persecuciones contra los cristianos, pero también hubo momentos de calma en los que la religión era tolerada.
Tolerancia: el Imperio consideraba la religión cristiana como ilícita y su práctica motivo de pena capital al negarse a "sacrificar a los dioses" del Imperio. Sin embargo había períodos en los que no perseguía directamente a los cristianos que podían desarrollarse y prosperar.
Constantino tiene una visión y gana la batalla del puente Milvio con el lábalo de la cruz. Y con Licinio acuerdan un nuevo estado para la Iglesia: la libertad. Edicto de Milán del 313.
Realmente fueron varios acuerdos entre él y Licinio. Este es un estracto del edicto publicado en Nicomedia el 13 de junio del 313: "Hemos acordado reconocer a los cristianos y a todos los hombres la libertad de practicar la religión que cada uno quiera (...) que a nadie se niegue el derecho a la práctica de la religión de los cristianos ni la posibilidad de adherirse al culto que piense que es el adecuado para él, con el fin de que la divinidad pueda en todas las cosas otorgarnos su habitual favor y benevolencia" (1)
Libertad: todos pueden practicar la religión que quieran, sin "leyes de culto" a la catalana, sin "persecuciones a las maneras de pensar ni imposición de educación en la corrupción tipo "progresista".
Los socialistas han retrocedido a la época de las catacumbas en la concepción de las relaciones de la Iglesia y el Estado: ¿progresistas?, más bien monumentos de arqueología pagana.
(1) Compendio de Historia de la Iglesia Antigua, de Domingo Ramos-Lissón, pág 201
La imagen es el sueño de Constantino antes de la batalla del puente Milvio en wikipedia